LA ELECCIÓN EJIDAL DE SAN VICENTE

En la planilla que encabeza don Román Villela Mayorquín, como candidato a la presidencia del comisariado ejidal de San Vicente, municipio de Rosamorada, de este libro y libre y soberano Estado de Nayarit, su compañero de fórmula para la suplencia, decíamos con anterioridad que es Alfonso Ramírez Arias, el tristemente célebre personaje, también conocido como “El Ojón”.

Suponiendo… sin conceder que llegado el día de la elección, se alzara con el triunfo Don Román Villela Mayorquín y por ende también este bicho del ojo como su suplente, nuestros temores se convertirían en una realidad de proporciones dantescas.

Es decir, si llegado el caso por las razones que fuera Don Román tuviera qué auto están ausentarse de la presidencia, de inmediato tomaría posesión su suplente, cosa que iría una verdadera tragedia para el ejido y todo en poblado de San Vicente, y quizá también, para todo el municipio y el estado de Nayarit.

El Ojon, además de ser un tipo mentecato, es una lacra social, una paria descastado, un delincuen-te internacional, lo único que conoce, es el robo y el pillaje, ambas cosas son sus prácticas cotidianas y las lleva a cabo con habilidad inusitada.

Pretender incorporarlo a la administración constituyente, es una grave ofensa a la sociedad, en su conjunto, el peor ejemplo a las generaciones venideras, un franco desafío a las autoridades locales y federales, a las agencias de inteligencia nacionales y extranjeras, esta sabandija, es de lo peor que haya producido San Vicente y ahora pretende convertirse en líder político… ¡Qué barbaridad!. Este es el tamaño de su vergüenza.

San Vicente y todo el estado de Nayarit, tiene jóvenes preparados, una nueva generación educada, dentro de los preceptos éticos y Morales, respetuoso de todas las personas, educadas con los princi-pios de servir a la sociedad y a quien lo necesite, pretender poner en la dirigencia ejidal a delincuentes, la verdad son ACTOS OMINOSOS, oprobiosos, no hay adjetivo o palabra alguna que ejemplifique este tipo de perversiones y latrocinio.

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