DEL EDITOR: GOBIERNOS FALLIDOS                  

El gobernador del estado, doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, quien todavía no tiene un año al frente de nuestra entidad, ya ha tenido que salir en varias ocasiones para arreglarles problemas  graves a los presidentes municipales de Nayarit.

Y es que a diferencia del doctor Navarro, algunos de nuestros alcaldes llegaron a gobernar sus municipios sin tener ni siquiera idea de lo que debían hacer, y para resolver esta incapacidad y desconocimiento, contrataron algunos “asesores”, en la mayoría de los casos personajes de oscuro pasado con experiencia adquirida en la práctica, pues se trata de ex presidentes municipales locales.

Ya en funciones, se pudo comprobar que no todo el que chifla es arriero, comenzando los problemas ocasionados por la ignorancia y mal asesoramiento de los gobiernos municipales, lo que hizo que fuera requerido por la autoridad y  posteriormente corrido de su cargo, el ahora ex alcalde de Tecuala, Gabino Jiménez, habiendo estado en la cuerda floja Rito Galván, presidente municipal de Rosamorada, por haber corrido de manera arbitraria a la síndico, Gardenia González.

A pesar de que el gobierno de la Cuarta Trasformación de Nayarit les ha dicho a todos los funcionarios del estado que no es  tapadera de nadie  y que quien cometa algún delito irá a la cárcel, hay  quienes todavía no entienden y siguen cometiendo atropellos, raterías y corruptelas, lo que provocó, recientemente, que el propio Navarro Quintero  se hiciera cargo de la seguridad del municipio de Tuxpan, corriendo de la corporación de la Policía Municipal, a los parientes cercanos del presidente municipal José Luis “El Chapito”  Tovar Ruvalcaba, a quien se le investiga por diversas anomalías encontradas en su incipiente administración.

Hay quienes comentan, que en la actualidad, existen al menos 10 ayuntamientos de los 20 que hay en Nayarit, que no han respondido satisfactoriamente a los ciudadanos que representan, mientras que en otros municipios, llegaron al Cabildo personas totalmente ineptas que no saben ni siquiera las funciones más elementales que deben asumir con este cargo de representación popular, lo que hizo exclamar al humilde taquero José López “El Weco”: “Yo tengo mis asesores”, esto al presentarse a su primera asamblea de cabildo, en Tuxpan, luego que le fue tomada la protesta como suplente del titular de esa regiduría Alan Cuauhtémoc Molina Ramos “El Hermano Temo”, quien fue desconocido unilateralmente de su cargo de representación popular por el alcalde locuaz tuxpeño.

En otros municipios, como Ruiz, las administraciones han sido totalmente inoperantes, no tienen obra pública y ni siquiera atienden las quejas de la población, la que está sometida a la voluntad de quienes mandan en esta región del estado,  una de las más marginadas de Nayarit.

Hay muchas quejas de ingobernabilidad de los ruicenses, los que sin embargo, no pueden más que esperar que sea el propio gobierno estatal quien alinee al alcalde Oscar “El Wero” Flores, como se hace llamar, el que al igual que sus homólogos de Rosamorada y Tuxpan, tiene señalamientos de nepotismo y otras arbitrariedades.

Aquí si debemos dejar  en claro que como dice el gobernador, nosotros tampoco somos tapadera de nadie y por lo mismo, nos sumamos a las denuncias que hacen muchos nayaritas en contra de las autoridades locales, las cuales no han respondido a las esperanzas de los ciudadanos y hemos ido, en menos de un año, en franco retroceso en todos los poblados de la entidad.

Las malas administraciones municipales nos han  traído atraso en la economía, el empleo,  salud y bienestar de las familias en  todo Nayarit, donde el gobierno del estado hace esfuerzos desesperados por levantar  nuestra entidad en la que los pésimos gobiernos municipales son un lastre que el estado se debe de quitar, y  por lo pronto, el doctor Navarro atiende la problemática más urgente, como es el de la seguridad de las y los nayaritas, y  para esto, como ya sucedió en Tuxpan, habrá de hacerse cargo, personalmente, del grave peligro que representa para todos la infiltración de la delincuencia en los cuerpos de seguridad pública.

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