HARTAZGO CONTRA PRI Y PAN POR CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

thumbnail_El libro escrito por Norberto López consta de casi 180 páginas y es de la editorial LectorumA unos días del segundo Debate Presidencial sorprende que en las encuestas, nada definitivas, aumente la distancia entre el puntero de los tres principales candidatos y sus seguidores que representan a dos institutos políticos, el PRI y el PAN, que como nunca, en su larga historia, se enfrentan al hartazgo de la ciudadanía contra los gobiernos que han encabezado durante el neoliberalismo. No han sabido gobernar y sólo han administrado a un país con la finalidad de enriquecerse descaradamente. En la corrupción e impunidad que los envuelve radica la posible derrota y no sólo en los próximos comicios sino también en los que siguen.

Sobre La otra delincuencia, la de Los virreyes que fueron gobernadores de las instituciones políticas mencionadas, trata la reciente obra de Norberto Vázquez, en la que se da cuenta de las tropelías de Mario Villanueva Madrid, Andrés Granier de Melo, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Guillermo Padrés Elías, César Duarte Jáquez, Roberto Borge Angulo, Javier Duarte de Ochoa, Rodrigo Medina de la Cruz y Roberto Sandoval Castañeda. Ex mandatarios que hoy se encuentran presos, en proceso de ser sentenciados, extraditados o prófugos, según sea el caso. Con fortunas incalculables intocadas hasta ahora y en espera de que el sistema les devuelva la libertad.

Al primero de ellos se le conoce como El Chueco de la Administración. Gobernó Quintana Roo en los últimos años de los 90. De origen humilde, lo volvió extravagante, mujeriego y ambicioso. Su carrera política en el PRI le concedió casi todo. En el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce León era secreto a voces su relación con el narcotráfico. A su último informe como gobernador siguió una peliculesca huida hasta ser detenido, extraditado a Estados Unidos y ahora, enfermo, en una cárcel mexicana.

Andrés Granier –El Químico— se dedicó en Tabasco a desviar los recursos del Fondo Nacional para Desastres Naturales destinados a la población afectada por inundaciones. Su enriquecimiento ilícito acabó con 80 años de poder del PRI en la entidad. Tomás Yarrington Ruvalcaba –El extraditable de la narco política— fue un niño que caminó descalzo por las calles de Tamaulipas, que compartió cama con 12 hermanos, que sufrió hambre, que se esmeró en estudiar, entró al PRI y llegó a ser gobernador del violento estado. No hace mucho fue detenido en Europa y trasladado a EU donde le esperan, dice el autor del libro, dos cadenas perpetuas.

Guillermo Padrés Elías tuvo todo el poder en Sonora de 2009 a 2015, gracias al PAN, instituto que le permitió todos sus excesos: ranchos inmensos, caballos pura sangre, explotación de mineros, secuestrador de sirvienta y, entre otras cosas más, represor de los Yaquis a los que quitó su agua para desviarla a su presa personal. Pasó años a salto de mata hasta que se entregó y sigue en la cárcel. No se descarta que pronto salga libre gracias al trabajo de abogados de origen panista.

César Duarte Jáquez es otro personaje de la política que retrata el libro –próximo a ser presentado en el Senado de la República— que es un compendio a detalle de los escandalosos casos de corrupción que han protagonizado priistas y panistas en años recientes. Duarte gobernó Chihuahua de 2010 a 2016. Cenecista como Mario Villanueva, se pasea sin problemas en el país de Donald Trump, mientras aquí es factor de disputas entre el gobierno federal de Enrique Peña Nieto (PRI) y el estatal (PAN) de Javier Corral Jurado. Al parecer el banquero prominente mientras gobernaba, ganadero, constructor y comerciante a la vez, está acusado de delitos electorales en los que se ha visto involucrado un alto mando del PRI cuando lo dirigía Manlio Fabio Beltrones. A este delito se deben sumar los de peculado, enriquecimiento ilícito, ejercicio abusivo de funciones, así como el uso indebido de atribuciones y facultades.

El interesante trabajo de Norberto López consta de casi 180 páginas y es de la editorial Lectorum. Habla de El próspero Terrateniente Roberto Angulo quien victimizó a campesinos, trabajadores burócratas y pescadores de Quintana Roo durante 2011 a 2017; del que fue secretario particular de Miguel Alemán –Javier Duarte de Ochoa— y saltó a gobernador de Veracruz; del panista Rodrigo Medina de la Cruz, un gobernador del PRI preso solo por un día, pese a lo escandaloso que resultó su administración en Nuevo León. Roberto Sandoval Castañeda, gobernador del PRI en Nayarit hasta hace poco es uno más que está bajo investigación. No tenía nada y se fue dueño de ranchos y terrenos. Quien fuera fiscal en el estado, Edgar Veytia, se halla detenido en Estados Unidos.

De cara a las elecciones del primero de julio, dice el autor, que ha sido reportero en varios medios, no hay que seguirnos acostumbrando a la pesadumbre de personas sin escrúpulos que se instalan en los circuitos administrativos del país, debería llegar a su límite, la ruta de México ya no debe ser esa, pues la dinámica de una gran Nación, no debe estar sujeta a personas sin valores humanos y a simples bufones vulgares que acaban tras las rejas, prófugos de la justicia y con señalamientos claros de corrupción. Ya no se trata de ejercer el poder por el poder; por personas sin el más mínimo rasgo de compasión humana ni de identidad por la mejora del próximo.

En fin, agrega, si la descomposición administrativa viene de arriba hacia abajo, ha llegado la hora de las grandes reflexiones porque vamos muy mal y no debemos seguir aumentando la desintegración eligiendo malos gobernantes.  Este país debe de cambiar.

GUILLERMO CORREA BÁRCENAS

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