CRÓNICA DE LA SEMANA SANTA CORA DE PRESIDIO DE LOS REYES, UN EVENTO CULTURAL

judea7 de Mayo 2018.- La Judea (Semana Santa Cora), da inicio el miércoles Santo, para ello se reúnen todas las familias en la cancha de usos múltiples de Presidio de los Reyes, comunidad indígena del municipio de Ruiz, estado de Nayarit; organizando para esta celebración ancestral a  hombres y niños de 5 años en adelante quienes representarán a “los judíos”, mismos que…. recolectan olotes casa por casa, llevándolos frente a la casa del gobierno tradicional, ahí realizan el primer ritual partiendo al arroyo Salacuhautla, velando toda la noche al sonido de tambores y flautas hechas por ellos mismos, se acomoda alrededor de una fogata hecha por los olotes recolectados hasta carbonizarlos, a esto le añaden agua del arroyo, lo machacan con piedras para iniciar la pinta, primero de capitanes, quienes se marcan con dos rayas blancas cruzadas en el pecho y espalda, mientras que los cabos una sola raya blanca, y posteriormente se pintan todos los demás participantes.

El Jueves Santo entran por la calle principal al pueblo aproximadamente veinte judios, con sables de madera tallados por ellos mismos, formados en una sola fila llegan a la capilla donde se tocan las campanas para realizan una pequeña danza, enseguida vuelven a formar la fila para ir por los demás judíos que se están terminando de pintar en el arroyo Salacuhautla, todos juntos vuelven a entrar al pueblo, ahora lo hacen formando dos filas, cada una con un capitán al frente y otro al final, llegan a la capilla para realizar otro ritual para salir corriendo alrededor del pueblo, dirigiéndose todos a la casa real, donde las autoridades tradicionales les hacen entrega de las llaves de la cárcel, juzgado y de la misma casa de gobierno tradicional a los capitanes de la judea y a su representante, al que llaman Basta, siendo ellos la única autoridad durante toda la fiesta de semana santa cora.

Los judíos vigilan el pueblo para que nadie cante, toque música, suba a los árboles, monte caballo, lave o trabaje, de lo contrario será llevado a la cárcel y podrá salir solamente pagando una multa que consiste en dos cajas de cigarros, una media de vino, o algún otro objeto que ellos acepten.

Ellos siguen sus bailes con música de tambor y flauta, llegando en dos filas a la capilla donde realizan un acto con los sables o machetes de madera, formando cruces en el suelo, simulando que la Gloria se ha cerrado, haciendo este mismo ritual por las entradas y salidas, marcando que no puede entrar ni salir del pueblo, inician la búsqueda del Nazaret, en la entrada del templo ya están colocadas palmas de coco y ramas de pino, en su interior resguardan imágenes religiosas cubiertas por pañuelos, se van a las afueras de la casa real donde bailan sus rituales esperando a otro grupo de judíos, quienes se pintan de color blanco en las orillas del río San Pedro, al llegar se unen al ritual (representa el encuentro de dos mundos o la conquista de los españoles con los mexicanos), se saludan y forman parejas, un negro y un blanco, danzando el baile de la alegría “Termua” hasta formar un solo circulo, se van a visitar las casas del poblado donde levantan el ayuno, ahí son invitados a  comer (frijoles, pescado, capirotada, arroz, tortilla y atole) por la noche hacen fogatas y siguen vigilando el pueblo con constantes recorridos, suelen hacer algunas fogatas con hojas secas de los arboles.

VIERNES SANTO. Los judíos se pintan de colores, portando diferentes disfraces, los judíos que se pintaron de blanco el día anterior, se pintan en el lugar donde se pintaron los negros y los que se van más adelante del arroyo, la mayoría son huicholes y naáyeris (coras), formándose otro grupo más de personas de la comunidad, en este sí incluyen mujeres, reuniéndose a las afueras de la capilla, de ahí parten por caminos distintos a recorrer el pueblo, los judíos llevan su propio Nazareno (niño pintado de rayas rojas, negras y blancas) lo cargan sobre machetes de gran tamaño, llevan un burro con el juste al revés cargando hojas de chicalote montado por un judío, encontrándose en un extremo del poblado, el otro grupo llevan imágenes religiosas cubiertas con paños y una olla con humo, este grupo va encabezo por dos hombres con lanzas largas con rayas y la punta color rosa a los que llaman variceros, los dos grupos siguen su camino, llegando nuevamente a la capilla, donde permanece el grupo de pobladores, los judíos eligen a dos de ellos quienes esconden el Nazareno (mono de cera con sus genitales de fuera) y todos juntos inician  la búsqueda del Nazareno por largo tiempo, al no encontrarlo, obligan a los judíos que lo escondieron a entregarlo para ponerlo sobre una piedra sagrada que se encuentra en la entrada del templo, dándole con los sables de madera hasta que no quede huella de él, por la tarde de este mismo día se dividen en dos grupos, enviándose cartas escritas con excremento de burro a través de un mensajero judío, así se provocan por un tiempo hasta llegar a la pelea con los sables, matando a todos los integrantes de uno de los grupos, el grupo triunfante lanza gritos de victoria y estrechan sus sables, se levantan los caídos (grupo derrotado) para bailar nuevamente el canción de la alegría “témua” en parejas frente a la casa real, en filas hasta formar un solo circulo, continúan la fiesta en las casas, donde son invitados a comer (frijol, tortilla, capirotada, pescado, nopales y atole), se nos dijo que son en total siete vueltas las que deben de dar alrededor del pueblo y los participantes deben durar mínimo cinco años continuos en realizar esta tradicional fiesta cora, por la noche siguen cuidando al pueblo y se reúnen alrededor de fogatas así como también a la orilla del arroyo Salacuhautla.

SÁBADO DE GLORIA. Se vuelven a pintar únicamente de negro en el mismo lugar del viernes santo, dirigiéndose al pueblo donde se terminan de reunir, realizan una sola fila larga que pasa la calle principal para ir a la capilla, donde forman una serie de círculos, llegando hasta la casa real, realizando este ritual por varios puntos céntricos del poblado para visitar algunas casas y pedir la “muchacha bonita” (Tequila), haciéndoles entrega de un recibo (partes de un animal disecado) y pasando los animales disecados por todo el cuerpo de las personas que los reciben en sus casas y están listos para otorgarles la medida de tequila a la que llaman “Muchacha Bonita”, al final el Tequila recolectada se reparte entre los judíos mayores de 18 años, también piden entre los espectadores de la fiesta una cooperación económica, pero solamente en este día, lo recabado será repartido entre los niños que participan, al terminar este recorrido se reúnen nuevamente en la parroquia para ir rumbo al arroyo  Salacuhautla, donde recolectan ramas de árboles y las llevan a las puertas de la capilla, las tiran al suelo y lloran porque la Gloria se abrirá, terminando con ello la fiesta, tocan nuevamente las campanas, truenan cohetes anunciando que ha quedado abierta la gloria. Se ponen de pie los judíos persiguiendo a los fariseos, los que alcanzan son golpeados, los otros llegan al templo y golpean sus sables en los machetes de unos fariseos que los esperan dentro del templo, según sus creencias esto lo hacen para no enfrentarse durante todo el año y puedan llegar a otro año más de vida a seguir participando en esta gran fiesta, corren a la casa real para bailar por última vez el Térmua (alegría) en parejas, hasta terminar en un círculo. Por ultimo sacan de la casa real una tarima, sentándose alrededor los judíos, tocando su música tradicional de guitarra y violín que tocan adultos mayores de este  mismo poblado, algunos judios bailan arriba de la tarima mientras se efectúa el reparto de tequila y demás objetos recolectados, entregan nuevamente las llaves de la cárcel, juzgado y casa real a las autoridades tradicionales.

Nos llamó mucho la atención la organización y seriedad que ellos le dan a estos rituales que con celo realizan, además de que todos los lapsos de tiempo son de cinco años (participan por cinco años, los que esconden al nazareno lo realizan durante cinco años), quedan algunas dudas de sus costumbres, ya que por respeto no pudimos ser parte de ellas. (Arturo Flores Mejía)

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