Desde la mañana de este miércoles, Nayarit vive una sicosis derivada de la detención que se llevó a cabo en el cruce fronterizo de Tijuana, Baja California a Estados Unidos, del fiscal de Nayarit, Edgar Veytia Camberos, el que se encuentra desde entonces en una cárcel de San Diego, donde ya tuvo una audiencia en la Corte.

Veytia está acusado por el gobierno norteamericano de narcotráfico y delincuencia organizada, habiéndose dado a conocer que se le abrió una carpeta de investigación desde el año 2012 y que ahora está reclamado por un juez de ese país del cual es ciudadano el fiscal nayarita.

Los noticieros y la prensa nacional han dado mucho revuelo a la detención del fiscal nayarita, del cual se ha deslindado el gobernador del estado, Roberto Sandoval Castañeda, quien ha manifestado que si este funcionario público tiene delitos en su haber, deber ser juzgado conforme a la ley.

Mientras el escándalo continúa y hay toda clase de comentarios y especulaciones, en Nayarit continúa la campaña política electoral, por lo que este y otros asuntos que tienen que ver con representantes del PRI y de los gobiernos de este partido, habrá cerradas discusiones, pues cada partido y candidato quiere llevar agua a su molino.

El gobierno norteamericano busca incautar a Edgar Veytia 250 millones de dólares, dinero que dicen posee este poderoso fiscal, al que muchos nayaritas reconocemos que tuvo la capacidad de detener la desmedida violencia y criminalidad que se vivía en los últimos años del gobierno del licenciado Ney González Sánchez, mientras que sus detractores manifiestan que Veytia mantuvo a raya el estado a base de terror, control de venta  de drogas y con desmedida represión a quien se salía de control, logrando amasar enorme fortuna con excesivos cobros de la fiscalía a todo tipo de infractores, de los que no daba recibo alguno, así como de un sin fin de negocios fuera de la ley.

Durante estos días de enorme presión, la mayoría de los nayaritas han estado dando su apoyo al gobernador Roberto Sandoval, hombre querido y apreciado por todas las familias nayaritas. (FOMA).