La mañana de este miércoles tronó la bomba en Nayarit, al darse la noticia de la detención del Fiscal del Estado, Edgar Veytia en los Estados Unidos, acusado del delito de tráfico de droga, lo cual era difícil de creer para muchos de sus conocidos y amigos, los que de inmediato le voltearon la espalda.
Este polémico personaje, nuestro Fiscal, siempre estuvo en el ojo del huracán, debiéndose reconocer que como quiera que haya sido, nos regresó la tranquilidad a todas las familias nayarita al acabar con la violencia y criminalidad que azotaba nuestra entidad a finales del año 2011, cuando tomó las riendas del gobierno el actual gobernador Roberto Sandoval Castañeda, quien siempre le reconoció ese esfuerzo en el que expuso incluso su propia vida en el combate contra la desatada delincuencia.
Como es natural y por ser un alto funcionario de gobierno, la mayoría de los periodistas locales tuvimos trato directo con Edgar, el que siempre nos atendió sin que sospecháramos siquiera que llegaría el día en que se opacara la brillante estrella que lo cobijaba y le había dado tanto en esta vida.
El DIARIO CORREO DEL PACIFICO, jamás se ha distinguido por hacer leña del árbol caído, menos aún nos congratulamos de las desgracias ajenas, aunque si somos partidarios de que se aplique la ley a todo mundo, que como decía el propio Fiscal, que nuestro pueblo no fuera jamás tierra fértil para la delincuencia, por lo que esperamos que quien nos diera alguna vez amistad, resuelva sus problemas con la justicia de Estados Unidos, país en el que se encuentra preso y acusado de narcotráfico.
En Nayarit, lo que sigue ahora es blindar la seguridad en toda la entidad, evitar a como de lugar que regrese la delincuencia, criminalidad y violencia extrema, la que cobró, ya hace más de cinco años, la vida de decenas de miles de nayaritas y la desaparición de otros tantos, dejando con esto un sinnúmero de tragedias en muchas familias de nuestros paisanos que aún lloran a sus muertos y seres queridos que jamás han regresado.
Es lógico entender que Edgar Veytia tiene que responder por sus acciones, que ya enfrenta la poderosa maquinaria estadunidense en materia de justicia, que van sobre sus muchos bienes, que buscarán de confiscarle bienes y todo lo que puedan para resarcir el daño que ha ocasionado a ese pueblo con la venta e importación de droga desde tierras mexicanas.
Lo que toca ahora a los nayaritas es cerrar filas en torno al gobierno de Roberto Sandoval Castañeda, darle toda la confianza y exigirle que haga hasta lo imposible porque Nayarit siga siendo un estado tranquilo, con bajos índices de delincuencia, que no haya crímenes, menos ejecuciones o levantones, que brinde protección a su pueblo contra todo tipo de delincuentes.
Y es que solo así, en paz, los nayaritas vamos a llevar a cabo este procesos político electoral que de por si comenzó muy mal, que tiene actores que se sospecha tienen nexos con el narcotráfico y que como en el caso de Veytia, estos tendrán que responder tarde o temprano, ante la justicia, por sus acciones.
Al igual que nuestro Fiscal, estos políticos bajo sospecha, tienen ahora miles de amigos y seguidores, los que se aprovechan de la situación para sacar beneficios personales, por eso, si estos personajes caen en desgracia, lo menos que deben hacer es brindarles de manera recíproca cuando menos apoyo moral para ellos y sus familias, entendiendo que es en las enfermedades o cuando se pierde la libertad cuando más valoramos las muestras de amistad que nos hagan las personas que conocemos y a las que tenemos estima.
La aplicación de la ley y la justicia debe ser imparcial para todas las personas que cometan acciones que lastimen y agravien a la sociedad, lo que nada tiene que ver con la amistad que brindamos a nuestros semejantes, sentimiento que incluso está más allá de la vida y la muerte.